domingo, 25 de octubre de 2015

J4 | Pajarruca Luca 4-2 Borussia Durum

Segunda victoria de la temporada, cosechada esta vez en La Fortuna. Un vocablo que no nos hizo falta.


Eran las 9 de la mañana, pero nos salió todo bien. El partido empezó en contra, con un 0-1 tempranero. Transición rápida del rival, y defensa lenta en los nuestros. Supimos responder sin dejar correr demasiado el reloj. La cara de pillo de Carlos no es casual. El 8 pajarruco robó el balón en ataque como quien pasaba por ahí, y volvió a igualar el marcador con un disparo ajustado. Aunque para pillo, el portero. Parada de Jaime, y contraataque montado por él. La defensa del Borussia Durum, desarbolada, facilitaba que el 21 pajarruco pudiera poner el 2-1, previa pared con Luis.

Nuestra defensa empezó a mejorar con el tiempo, y el Borussia no lograba ocasiones con facilidad. Así llegó el 3-1. En un contraataque orquestado por Alberto y Rubén. Fue el 12 pajarruco quien conseguía poner más distancia en el marcador. Evadiendo a dos jugadores con habilidad, se escoró con gran elegancia para marcar con un disparo furtivo a la escuadra. Un golazo de dimensión paralela.  

En la segunda mitad sabíamos que no teníamos que volvernos locos. El marcador estaba a nuestro favor, y teníamos que protegerlo. Reforzamos la idea de defender con orden, y así logramos aguantar sin encajar gol. Con esa premisa, sólo teníamos que aprovechar nuestras ocasiones. En otra contra, pusimos la sentencia con el 4-1 de Álvaro. Muy malos teníamos que ser para que se nos escapara aquello. Las fuerzas se diluyeron al final, y ellos lograron el 4-2 con más garra que fútbol. Se vinieron arriba, pero ya no había tiempo para más. Segunda victoria de la temporada, y a disfrutar del domingo.

domingo, 18 de octubre de 2015

J3 | Aben Hazan 8-3 Pajarruca Luca

Salió el sol, pero sólo unos instantes. Fue la premisa de que nuestras oportunidades iban a ser efímeras en un partido en el que nuestro banquillo sólo disponía de un cambio. Fue esa la consecuencia de una derrota tan abultada, y no tanto la de un suelo cada vez menos resbaladizo, fruto de una lluvia que nunca caería en Pabellón. Cosas de la Federación. Era difícil jugar cómodo, pero se podía. Entre tanto, nos pusimos por delante con un gol rápido de Jaime. Puntera, y a la escuadra.

Pero el vaivén fue continuo, y rápidamente los goles cayeron como churros. Claro que, para ambos bandos. Jaime volvió a adelantar a los franjicelestes -cosas de la camiseta-, con un disparo cruzado, pero los errores en defensa y los aciertos en ataque fueron recíprocos. Así se resume un 3-3 al descanso, con dos penaltis de por medio. Uno para cada uno, que Jaime cometió primero y provocó después. A lo tonto, hattrick del 21 pajarruco.

La segunda parte, y al igual que en la jornada pasada, no supimos hacer más. Ellos aprovecharon nuestro cansancio para tocar y tocar. La posesión fue suya constantemente, y ante nuestra negativa combinación en el juego sólo nos quedaba recurrir al contraataque. Mala decisión: cazadores cazados. Rápidamente llegó el 5-3. Se nos iban, y no conseguíamos recortar distancias. Las piernas y la cabeza se iban desenchufando con cada gol en contra. Así hasta el 8-3 definitivo. Un castigo inmerecido.

domingo, 4 de octubre de 2015

J2 | Pajarruca Luca 4-4 The Picapiedra

Empate con sabor a derrota. Metimos nuestros cuatro goles en una primera parte en la que fuimos superiores, y morimos en la orilla por no ser capaces de ver puerta tras el descanso.
Craso error pensar que iba a ser tarea fácil cuando Alberto se sacó un potente disparo cruzado y puso el 1-0 a los pocos minutos de empezar. Porque en un abrir y cerrar de ojos, el resultado tornó a 1-2. Nos dormimos -pese haber madrugado-, y una sucesión de errores tácticos y técnicos nos costó caro. Una pájara, haciendo honor a nuestro nombre.

Nos recuperamos del mazazo. Era pronto, y sabíamos que éramos capaces de hacerlo mejor. Poco a poco, los goles llegaron. Un córner sacado por Álvaro rebotó en la defensa, y el balón se coló: 2-2, y todo en orden. Más tarde llegó el tercero con un disparo ajustado de Rubén. La dignidad estaba recuperada. Y antes del final de la primera parte, Carlos puso pies en polvorosa con otro disparo ajustado. El marcador reflejaba un estimulante 4-2. Ingenuos, porque el descanso fue nuestro pitido final. No fuimos capaces de hacer nada más.

Volvió la pájara del inicio en el segundo acto, y lejos de parecer un equipo, la falta de sincronización en defensa dio lugar al 4-3. Les dejamos creérselo demasiado pronto, y su estado de ánimo fue claramente más ambicioso que el nuestro. Logramos poco a poco que la sangre volviera a nuestras piernas, y la igualdad reinó unos cuantos minutos. El gol podía caer para cualquier lado, pero la inercia del partido parecía ir más a favor suya. Sus protestas constantes y un árbitro sin demasiada personalidad nos sacaron del partido. Tras no sentenciar y precipitarnos constantemente, llegó el 4-4. Empate y para casa cabizbajos por no haber agarrado con fuerza los tres puntos.