Empezó la temporada y lo hicimos con buen sabor de boca. El pabellón de Leganés Norte vio la primera victoria del Pajarruca en nuestro regreso tras un año de parón.
El 'hype' estaba por las nubes. Tras no jugar en la 2014/15, parecía que no iba a llegar el día de volver a juntarnos en una cancha. Empezamos el partido con buen ritmo. Teníamos oxígeno. El Rayo Sotaviento, totalmente desconocido para nosotros, defendía bien nuestras llegadas al área. No conseguíamos triangular con fluidez. El juego era trabado, y lo que parecía un acercamiento desprovisto de peligro a los cinco minutos, Carlos lo convirtió en gol de la única forma que parecía posible. Un túnel al portero y 0-1. Cremita del 8 pajarruco.
El 0-1 duró más de lo esperado. Realmente nos costaba generar ocasiones de gol. Poco a poco ellos nos ganaban terreno, pero César, que se estrenaba en la portería del Pajarruca, no quiso faltar a la cita de la imbatibilidad. Un auténtico pulpo. La estrategia estaba clara en la segunda mitad ante nuestra ausencia total de lucidez: esperar y contraatacar. Hubiera salido bien de no ser por la pólvora mojada de Jaime y de Álvaro, que fallaron varios mano a mano. En uno de ellos, afortunadamente apareció Rubén para recoger el rechazo y poner el 0-2. Podíamos respirar.
No le quedó otra al Rayo Sotaviento que ir a por todas. La renta nos daba tranquiliad, pero queríamos más pese a nuestra escasa puntería. Ellos tampoco tenían el día en ataque. Balones fuera o estrellados contra César. Sufríamos a medias. Ya cerca del final, en un despiste defensivo del Rayo, Alberto se marcó una bonita vaselina desde el centro del campo, que pilló en tierra de nadie a su portero. Sentencia definitiva. 0-3, y a festejar los primeros tres puntos.
